La presidenta de la Emshi, Elisa Valía. FERNANDO BUSTAMANTE
PREGUNTA: ¿Qué es una ciudad sostenible?
RESPUESTA: Una ciudad sostenible es aquella que despliega el mayor número de herramientas y utiliza todos los recursos posibles orientados a alcanzar el máximo bienestar para la ciudadanía. De hecho, en las ciudades inteligentes, las personas siempre están en el centro. Los entornos urbanos deben ser más amables, más verdes, más humanos, más habitables. Es urgente una transformación real de las ciudades, tal y como estamos haciendo en València para hacer frente a los desafíos que nos impone la emergencia climática.
P: ¿Cuáles son los retos a los que nos enfrentamos?
R: El cambio climático no deja lugar a dudas, porque ya conocemos y sentimos esos cambios en el clima. Es fácil reconocerlos en los fenómenos extremos, como es la disminución de la frecuencia de lluvias y la descarga de agua torrencial cuando precipita. El 20% de España está desertificado y el 70% en riesgo de desertificación. Además, València está situada en la cuenca mediterránea, donde el aumento de la temperatura está siendo mucho más acusado. Lo hemos visto este verano en el Mediterráneo, que ha alcanzado los 30 grados este agosto pasado, por ejemplo.
P: El agua es piedra angular del medio ambiente.
R: Efectivamente. Suelo explicar que pensamos mucho en el color verde, pero poco en el azul. Quiero decir que el agua es la clave de toda la ecuación. El mayor reto es garantizar la seguridad hídrica en un contexto de escasez de este recurso tan valioso. Debemos evitar la sobreexplotación de los acuíferos, que es nuestro mayor aljibe, y contribuir a su recarga sostenible. Por otro lado, no podemos permitirnos desaprovechar ni una gota de agua. Tanto en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) como València lo tenemos muy claro: no es casualidad que seamos referentes en eficiencia hídrica. Además, es urgente aplicar criterios de economía circular para el aprovechamiento de la energía y los recursos.
«Pensamos mucho en el color verde, pero poco en el azul. El agua es la clave de toda la ecuación», sostiene Elisa Valía
P: ¿Qué papel juega la gobernanza a la hora de afrontar esos desafíos?
R: Si hay algo más escaso que el agua es tal vez la reflexión en torno a su gobernanza, pilar clave en materia de sostenibilidad. Es necesaria la visión, cooperación y gestión desde un plan que supere lo local. Si bien cada acción individual cuenta, los retos requieren soluciones con una repercusión global. La Emshi es un magnífico ejemplo de gobernanza, pues más allá de los colores políticos de los 48 municipios que la componen, tenemos objetivos y metas comunes. Y trabajamos con un recurso clave, como es el agua.
P: ¿Hasta qué punto es importante crear sinergias entre territorios?
R: El cambio climático no entiende de fronteras ni de ordenación del territorio delimitado por criterios que no atiendan al equilibrio medioambiental. La cohesión y la cooperación también favorecen de manera exponencial abordar proyectos estratégicos de gran envergadura que serían impensables o ineficientes para un territorio más pequeño, como puede ser la interconexión de las plantas potabilizadoras para garantizar el suministro en caudal, calidad y presión suficientes para abastecer desde cualquiera de las plantas los 1,6 millones de habitantes a los que suministra agua potable en alta la Emshi. Esta obra colosal es la de mayor en términos de estrategia y complejidad desde el Plan Sur y el presupuesto asciende a 90 millones de euros.
Es necesario tener muy presente que todos los municipios no van a las mismas velocidades y que, para lograr el equilibro ambiental y la justicia social, es necesario a cortar esas diferencias entre localidades. Nadie puede ni debe quedarse atrás.
P: ¿Qué pasos está dando València y su área metropolitana hacia la sostenibilidad?
R: La Emshi es una administración que realiza una labor esencial para la ciudadanía, como es el suministro de agua potable, en coordinación con los municipios. Y, además, trabaja con un recurso vital y escaso. Estos factores obligan a que todo proyecto que emprendemos sea sostenible y que sus beneficios sean duraderos en el tiempo. Estamos creando una red cada vez más robusta y nuestro objetivo es ser neutros en huella de carbono. Mientras trazamos las vías para lograrlo, estamos reduciendo considerablemente esa huella. Estamos instalando paneles fotovoltaicos en las plantas potabilizadoras y lo haremos en las cubiertas de tres depósitos de agua, salvamos cotas entre infraestructuras para reducir la energía necesaria para bombear el agua, por citar alguno de los múltiples ejemplos. Quiero mencionar también los grandes esfuerzos humanos y económicos para fomentar el consumo del agua del grifo, que es la más segura, económica y sostenible.
P: Ahora se habla mucho de la digitalización para la sostenibilidad.
R: Tanto la Emshi como el Ayuntamiento de València hace mucho tiempo que son referentes en tecnología digital. Un buen ejemplo, también de gobernanza, es el gemelo digital, instalado en el centro de control de Vara de Quart, desde donde se gobierna el sistema de abastecimiento de agua de València y su área metropolitana. Se trata de una herramienta capaz de simular escenarios futuros en una red digital, por lo que es muy útil en la ayuda de toma de decisiones para que la ciudadanía no tenga afección ante cualquier intervención en la extensa red.
En la Emshi queremos la excelencia e impulsamos la investigación. Prueba de ello es el proyecto de instalación de fibra óptica en las tuberías para monitorizar alteraciones del flujo en tiempo real. Acabamos de instalar cerca de una veintena de nuevos equipos de medición multiparamétrica orientados a vigilar la calidad del agua potable. También apostamos por la implantación de la metodología BIM o la implementación de la inteligencia artificial en la operación del sistema.
Es importante tener claro que la digitalización no es el objetivo final, sino un camino muy potente para la obtención de datos que, necesariamente, deben ser interpretados y analizados para poder tomar las mejores decisiones.
P: ¿La transformación de los entornos urbanos requiere que todos vayamos en la misma dirección, por lo tanto?
R: Es fundamental conocer cuál es la situación de la emergencia climática y trasladar esa información a la ciudadanía. Administración, tejido productivo y sociedad debemos compartir una misma hoja de ruta para buscar y aplicar soluciones. La tecnología digital es una de las herramientas que debemos aprovechar para seguir transformando los entornos urbanos en espacios más habitables y con un menor impacto en el planeta. Sabemos cómo hacerlo y sólo podremos conseguirlo con la complicidad de todos y todas.
14 de diciembre – ‘Smart Cities. El reto de las ciudadres’