César González, gestor de Financiación Sostenible de BBVA en València.
El cambio climático es, como anunció César González, gestor de Financiación Sostenible de BBVA en València, «una de las mayores disrupciones a las que se enfrenta la humanidad» e implica, por ende, transformaciones socioeconómicas como las que BBVA impulsa desde hace tiempo. Ya en 2019 reformuló sus prioridades estratégicas al situar la sostenibilidad como la primera de ellas, lo que le permitió consolidar una amplia oferta de servicios orientados a la protección del medio ambiente en el marco de su «Objetivo 2025», para el que se han comprometido a movilizar antes de ese año 300.000 millones de euros. «Nuestra prioridad es acompañar a nuestros clientes en la transición hacia un futuro más social, inclusivo y verde», destacó González durante su intervención en el ciclo i-Talks. Para ello, la ejemplaridad es prioritaria, por lo que BBVA se adhirió el pasado año a la alianza bancaria europea de cero emisiones netas —Net-Zero Banking—, cuyo objeto es conseguir la neutralidad climática de su cartera de crédito y de inversión en 2050. De hecho, la entidad bancaria ya logró la citada neutralidad de su propia actividad en 2020 gracias al uso de energía renovable y a la compensación de toda la huella de carbono. Otro de los ejes vertebradores de la estrategia sostenible de BBVA es la implicación del sector financiero en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Y es que, como sostuvo el ponente, ser únicamente un partner financiero ya no es suficiente. Concienciación, herramientas tecnológicas —cálculo de la huella de carbono o Valora Coches para la comparación entre vehículos eléctricos y automóviles de combustible fósil, entre otros servicios, están disponibles en su App—, asesoramiento, financiación y gestión de ayudas integran, a grandes rasgos, la oferta transversal de la entidad, que defiende la movilidad como un bastión contra la emergencia climática.
Su importante efecto tractor sobre el PIB y el empleo, tanto directo como indirecto, impulsa a BBVA a contribuir en la descarbonización de uno de los sectores con mayor índice de emisión de dióxido de carbono. Crear un ecosistema específico resulta, en este punto, esencial. «Es el momento de incrementar la penetración del vehículo eléctrico. Apostamos por la electrificación de flotas industriales y de transporte, así como por el aumento de la instalación de puntos de recarga a través de planes de financiación personalizados», manifestó. Los particulares tienen acceso a préstamos para adquirir coches ecológicos con condiciones preferentes, mientras que las empresas disponen no solo de esta línea, sino también de opciones alternativas como el renting o el leasing.