Elisa Valía, presidenta de la Emshi, durante su ponencia en el foro i-Talks. FERNANDO BUSTAMANTE
Claudio Moreno
El cambio climático tiene una dimensión planetaria, pero vale la pena, tal como afirmó Elisa Valía, aterrizar «los objetivos de desarrollo sostenible de cada uno de nosotros» en el contexto de la región mediterránea. La presidenta de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) y teniente de alcalde del Ayuntamiento de València explicó que la dificultad para acceder a los recursos es una de las consecuencias del cambio climático, dado que se ha reducido la frecuencia de las lluvias y éstas han pasado a ser torrenciales. «Sabemos que España ahora mismo está al 20% desertificada y otro 70% permanece en riesgo. Por lo tanto, somos un territorio especialmente afectado por la escasez de lluvias y por la lluvia torrencial», afirmó Valía sobre una zona, València, con un aumento acuciado de las temperaturas.
No obstante, la administración pública que preside está logrando capear la tormenta y cumple la función vital de suministrar agua potable a 1,6 millones de personas en València y su área metropolitana. «Tenemos dos plantas potabilizadoras que abastecen de agua a 48 municipios y estamos trabajando en la incorporación de otros municipios que ven muy beneficioso recibir el agua de la Emshi, pues saben que así tendrán garantizada un agua de muchísima calidad», señaló.
Siguiendo con la realidad de los municipios, Valía quiso dejar claro que no todos los ayuntamientos cuentan con las mismas herramientas para gestionar sus recursos hídricos. «Hay muchísimas velocidades que tienen que ver con el tamaño de los municipios y con la voluntad política de lo público en cada momento», dijo la teniente de alcalde de València, añadiendo que para lograr el equilibrio ambiental y la justicia social es importante reconocer que no todo el mundo tiene la misma capacidad y que esto no siempre es una cuestión de voluntad. «Esto tiene que ver con la gobernanza y vale para cualquier ámbito político. Los objetivos deben marcarse conjuntamente para sentirnos todos implicados y caminar hacia la misma meta. Estamos hablando de las infraestructuras más modernizadas de la entidad metropolitana, es imposible que este trabajo lo haga un municipio aislado».
Por último, Elisa Valía ensalzó el gemelo digital de la Emshi, una herramienta capaz de simular escenarios en una réplica digital de la red y que, por lo tanto, permite conocer los efectos de cada decisión antes de tomarla. «Sabemos lo que va a pasar antes de hacerlo y tenemos unos patrones de consumo tan exactos que podemos intervenir en la red sin que nadie se dé cuenta» reveló.