Cristina del Campo, directora general de Ainia, analiza la innovación aplicada al campo de la alimentación y la promoción de iniciativas sostenibles.
¿Qué necesita una empresa de alimentación para ser competitiva en el mercado?
La innovación y la sostenibilidad son fundamentales. Las empresas deben trabajar e invertir en iniciativas y proyectos innovadores, apoyándose en la tecnología, para cumplir con las demandas de un consumidor exigente, concienciado con la influencia de la alimentación en su salud y de las actividades productivas, incluyendo las agroalimentarias, en el medio ambiente. La transición verde es uno de los mayores desafíos y, también, una de las grandes oportunidades a las que se enfrenta la industria actualmente. Para ello, debemos integrar tecnologías a favor de una economía circular.
¿Hasta qué punto es relevante la transformación digital en ese posicionamiento?
La transformación digital es pieza fundamental para la competitividad empresarial. Las empresas de alimentación y bebidas llevan años avanzando en sus procesos de transformación digital mejorando, con ello, su seguridad alimentaria, su eficiencia, su flexibilidad y su productividad, optimizando sus procesos y tomando decisiones más precisas basadas en datos objetivos interpretados por algoritmos. A pesar de que existen aún grandes diferencias de madurez tecnológica y capacidad inversora entre las compañías, las empresas son cada vez más conocedoras de las numerosas herramientas digitales que ayudan en esta transformación. En este sentido, en Ainia aportamos una aproximación especializada desde el sector de la alimentación orientada a resolver los retos y problemas específicos de las empresas, aunando nuestra especialización sectorial con el conocimiento de las tecnologías digitales.
¿Cómo impulsan la innovación y el desarrollo tecnológico en las empresas con las que trabajan?
Trabajamos para ser el partner en innovación de empresas pertenecientes a sectores tan diversos como alimentación, cosmética, química, farmacéutica… El año pasado ofrecimos nuestras soluciones tecnológicas y de innovación a 1.796 clientes, un 14% más que en 2020, y ampliamos el número de empresas asociadas a 730. Combinamos nuestras capacidades para ofrecer soluciones de innovación a las empresas en torno a cinco retos principales: alimentos del futuro; calidad y seguridad alimentaria; salud y bienestar; transformación digital; y transición verde. Nuestros servicios se centran principalmente en el desarrollo de proyectos de I+D+i, asistencias tecnológicas, servicios analíticos, formación y servicios industriales. Como dato, en 2021 llevamos a cabo 267 proyectos de I+D+i.
Ainia celebra este año su 35 aniversario con unos ingresos de 18 millones de euros, los mejores resultados de su historia.
El balance es muy positivo y nos hace afrontar el futuro con optimismo e ilusión. Los 35 años de historia de Ainia han contribuido a consolidarnos como centro tecnológico referente a nivel internacional, en el que empresas de sectores diversos se apoyan para afrontar sus retos de innovación y tecnología, mejorar sus productos o procesos e incrementar su posición competitiva. Nos mueve un fuerte compromiso con la empresa, nuestra principal razón de ser, pero también con la sociedad. En este sentido, me gustaría resaltar el fuerte impacto social de nuestra actividad ya que, según la metodología SROI, por cada euro invertido en las actividades de Ainia en 2021 se obtuvo un retorno social de 16,68 euros.
La responsabilidad social tiene un importante peso en la cultura corporativa de Ainia.
Nuestras principales actuaciones en RSC están alineadas con los ODS, principalmente con el ODS 9 de industria e innovación. Asimismo, con relación al ODS 17, de alianzas, destaca nuestra participación como socios de la Red Española del Pacto Mundial, así como la cooperación con otros centros tecnológicos, centros de investigación y universidades en el ámbito nacional e internacional, principalmente en Europa. El año pasado destinamos más de 13.000 horas a actividades formativas de nuestro equipo, formado por 225 personas, un 60% mujeres. También contribuimos a la formación de profesionales con la admisión de estudiantes en prácticas y con un programa de webinars y cursos de formación especializada en el que han participado 3.867 personas de un total de 2.300 empresas (ODS 4). Además, llevamos a cabo acciones dentro del programa de Bienestar y Salud, dirigido a políticas sociales para el bienestar de las personas que trabajan en el centro (ODS 3) y contamos con un Plan de Igualdad que incluye un despliegue de actuaciones en materia de igualdad de género para los próximos cuatro años (ODS 5). En relación a los objetivos ambientales (ODS 7, 11, 12 y 13), cabe destacar la reciente instalación en nuestra sede de equipos de generación de energía fotovoltaica.
¿Qué proyectos en materia de innovación tecnológica alimentaria están desarrollando en Ainia?
En materia de sostenibilidad y medio ambiente, podemos destacar el proyecto VIOe-, cofinanciado por CDTI y Feder y en colaboración con Depuración de Aguas del Mediterráneo S.L. (DAM), en el que hemos desarrollado un sistema multidisciplinar para la valorización de residuos de aguas residuales en EDAR. Este avance tecnológico supone un paso importante para la producción de biometano en pequeñas instalaciones. Además, hemos colaborado con la empresa valenciana Coffee Productions en el desarrollo de un prototipo que supone una solución tecnológica ante el reto de lograr envases más sostenibles y respetuosos.
También me gustaría resaltar nuestra colaboración con la empresa Aceites del Sur, pues hemos trabajado en el proyecto Olive Pack para desarrollar un bioplástico biodegradable y compostable con el que fabricar botellas para el envasado de sus aceites de oliva virgen extra. Y, por último, destacar el proyecto en el que trabajamos con Nedgia y la ingeniería valenciana Genia Bioenergy para demostrar la viabilidad de producir gas renovable a partir de la paja del arroz mediante la tecnología de digestión anaerobia. Una solución que podría solventar, en gran parte, el problema ambiental de la gestión de la paja del arroz en l’Albufera.
Otro proyecto interesante es Vegext, en el que hemos desarrollado prototipos obtenidos con tecnologías de extrusión innovadoras que se asemejan a la carne de hamburguesa y nuggets con base vegetal a partir de diferentes fuentes proteicas como la soja, el guisante, cereales (arroz o cáñamo), insectos (tenebrio molitor), patata y otras leguminosas.
20 de julio – Alimentación Sostenible: un enfoque multidisciplinar necesario.
