Intervención de Cerezo, jefe de Innovación del ayuntamiento. F. BUSTAMANTE
En el año 2020, València consiguió ser una de las seis ciudades finalistas en los premios iCapital, gracias a la estrategia ‘Missions Valencia 2030’, que planteaba un modelo de gobernanza, cuyo objetivo era y sigue siendo mejorar la vida de las personas.
Dos años después, al segundo intento, la ciudad aspira a convertirse en ganadora. Pero, para ello, se ha elaborado una candidatura más potente, basada en la integración y la transversalidad, y coordinada desde el centro de innovación Las Naves.
Con ello, se pretende demostrar que València es ya un referente en innovación. «Lo venimos siendo desde hace tiempo, no hemos empezado ahora —, relató Fermín Cerezo, jefe de servicio de la delegación de Innovación y Gestión del Conocimiento del Ayuntamiento de València, durante su intervención en el evento i-Talks—; y, ahora, queremos proyectar la innovación de nuestra ciudad, nuestro proyecto, al resto de Europa».
Esta es una de las bazas de la candidatura para los premios iCapital 2022, motivo por el cual han incorporado el potencial de los medios de comunicación a la estrategia global. Se consiga o no el reconocimiento final, Cerezo afirmó rotundamente que «algo estamos haciendo bien», puesto que València ha conseguido una plaza como semifinalista por segunda edición consecutiva (las ciudades solamente pueden presentarse cada dos años).
Dos veces entre las seis mejores no es casual, sino que sirve para constatar el buen hacer de la ciudad en el terreno de la innovación porque, como incidió el jefe de la delegación, «los criterios que establece la Comisión Europea son muy duros para las ciudades candidatas».
Pero, ¿en qué se basa el jurado para elegir cuál es la ciudad europea más innovadora? Básicamente, son cinco los criterios que tienen en consideración.
En primer lugar, el jurado evalúa cuál es la visión de la ciudad para el futuro y «cómo participa y se implica la innovación en el desarrollo de la ciudad».
En segundo lugar, se valora la capacidad de experimentar que existe en la urbe, es decir, cómo se utilizan el talento y la creatividad al servicio de la ciudad. Y, en relación a este segundo ítem, se analizan las posibilidades de que los resultados de la experimentación escalen y propicien la creación de nuevas startups y pymes o consoliden y potencien las ya existentes.
Otro de los parámetros que tiene en cuenta el jurado de los premios iCapital es el ecosistema de la ciudad aspirante; sin duda, una de las fortalezas de la candidatura valenciana puesto que, desde el Ayuntamiento de València, tienen claro que «no hay nada relevante que se pueda hacer solos —, apuntó Cerezo—. Las grandes complejidades se consiguen juntos. Si no, se quedan atrás».
El último de los criterios es la medida en la que la urbe puede ser un modelo de innovación para otras ciudades, algo que València ya cumple en el contexto de la Comunitat Valenciana. «No solo tenemos la capacidad de exportar aquello que funciona, que va bien; sino que el conocimiento de lo que falla es también un valor que puede ayudar a otras ciudades en su camino hacia la transformación».
Visión y ecosistema
En su intervención, Fermín Cerezo incidió en dos de estos baremos: la visión de ciudad que tienen València y la construcción del ecosistema.
«Lo que nos diferencia de otras candidaturas —, explicó— es que fusionamos la innovación con la agenda 2030, con una visión integradora del desarrollo urbano de la ciudad». Este hecho hace que la transformación y la políticas públicas sean «las dos caras de una misma moneda». En este sentido, Cerezo reivindicó la ejecución de políticas públicas «valientes, que desarrollen nuevos productos y servicios y nuevas formas de hacer», a la vez que recordó que València es un referente como piloto de agenda urbana porque «los valencianos somos los únicos que nos hemos atrevido a unificar innovación y desarrollo urbano».
En cuanto al ecosistema innovador de la capital del Túria, Cerezo destacó las más de 150 organizaciones embajadoras del programa ‘Missions Valencia 2030’, que integran a más de 4.000 empresas y profesionales. Y es que la candidatura de València se basa en cinco hélices —sector público y privado, el académico, la sociedad civil y los medios de comunicación— que evidencian «el viaje colectivo hacia la innovación», donde se fomenta «la aparición de liderazgos» con el desarrollo paralelo de proyectos colaborativos e individuales.
«Somos una ciudad innovadora desde hace mucho tiempo. Falta que, un año de estos, nos toque ganar el premio. Solo podremos ser capital europea si lo hacemos juntos», concluyó.
