María Celia Rodríguez, representante de la Oficina de Proyectos Europeos de ITC-AICE
¿En qué campos se puede emprender dentro del sector cerámico?
Teniendo en cuenta los retos a los que se enfrenta, hay muchos aspectos en los que innovar: economía circular, desarrollando productos y procesos más sostenibles, basados en la eficacia del uso de los recursos, recuperación de materias primas y búsqueda de materias primas alternativas o secundarias, a partir de la valorización de residuos de otros sectores y del propio sector, estableciendo una simbiosis industrial con otros sectores; industria hipocarbónica, desarrollando procesos industriales de bajo impacto ambiental con bajas emisiones al medio ambiente y con un menor consumo de energía; transformación digital de los procesos productivos, mediante el control y automatización de esos procesos, desarrollando Gemelos digitales y otras tecnologías; desarrollo de materiales cerámicos para aplicaciones energéticas o bien con nuevas propiedades y funcionalidades, como por ejemplo propiedades biocidas, o mejorando las propiedades mecánicas, térmicas…; uso de los productos cerámicos para la adaptación de las ciudades al cambio climático, como es el desarrollo de sistemas cerámicos para evitar el efecto ‘isla de calor’; nuevas aplicaciones de los productos cerámicos y sistemas constructivos para potenciar al eficacia en edificios, como sistemas de construcción industrializados o nuevas aplicaciones de los productos cerámicos.
¿Cómo de importante es innovar para las empresas del sector cerámico que deseen ser competitivas en el mercado nacional e internacional?
La innovación es esencial en este sector. Se trata de un sector que exporta a más de 187 países y se caracteriza por ofrecer un producto de altas prestaciones técnicas, pero también con una gran versatilidad estética.
Esto permite a proyectistas, arquitectos, promotores de obra y constructores afrontar sus proyectos con unas soluciones constructivas de primer orden, que son las que ofrecen los materiales cerámicos innovadores, generados gracias a la cooperación entre centros investigadores como el nuestro, las administraciones públicas y las empresas.
Santiago Pérez, diputado y portavoz de la Diputación, explicó durante la última jornada de especialización inteligente organizada por REDIT en Vila-real que “el ITC es el motor de palanca del sector azulejero”. ¿Cuál es su misión principal?
Agradecemos las palabras del diputado Santiago Pérez. Lo cierto es que el ITC ha trabajado en ese sentido durante toda su trayectoria, en más de 50 años al servicio de la cerámica. Tenemos un equipo humano multidisciplinar y altamente cualificado para desarrollar proyectos de investigación y asesoramiento tecnológico con las empresas, así como para asumir los nuevos retos del sector.
Para desarrollar estos proyectos, ITC cuenta también con equipamiento e infraestructuras valorados en 10 millones de euros y puesto a disposición de las empresas del sector. Todo esto se completa con el trabajo desarrollado dentro del observatorio cerámico, creado como instrumento de apoyo a las empresas del sector cerámico y que da respuesta a la demanda de contar con información relevante que les permita hacer frente a la complejidad y rapidez de los cambios. Cabe destacar nuestra plataforma de inteligencia competitiva Vigilancer.
Por tanto, nuestro objetivo es generar innovación y así mejorar el posicionamiento estratégico del sector cerámico a escala internacional. Nuestra misión es proporcionar conocimiento y servicios que impulsen la innovación y la competitividad en toda la cadena de valor de la industria cerámica y afines.
¿Cómo es el trabajo que hacéis con las empresas cerámicas?
El ITC está estrechamente vinculado a las empresas del sector cerámico, porque está situado muy próximo a ellas. La ventaja que puede ofrecer el ITC, por cercanía y por años de trabajo, es que se conocen muy bien los procesos y las necesidades del sector.
Se trabaja estrechamente con los técnicos del sector y con las empresas, a fin de optimizar los procesos e introducirlos en las distintas estrategias, como la estrategia 4.0, la digitalización de las plantas de fabricación. Además, abarcamos todos los puntos de la cadena de valor.
¿Qué papel tiene el departamento de I+D+I dentro del trabajo realizado por el ITC?
Somos un centro de investigación, así que la I+D+I forma parte de nuestro ADN. Nuestro trabajo consiste en adaptarnos con rapidez a los avances científicos y tecnológicos que se producen. Nuestros proyectos son transversales, con equipos multidisciplinares que ofrecen soluciones integrales a problemas o necesidades detectadas por las empresas del sector.
¿Actualmente, están trabajando en algún nuevo proyecto o colaboración?
El ITC desarrolla anualmente más de 100 proyectos en colaboración con empresas y centros de investigación. Estos proyectos están financiados por las propias empresas y con fondos públicos provenientes de diferentes administraciones: fondos regionales a través de la Generalitat Valenciana, fondos europeos a través de varios programas de la Comisión Europea y fondos nacionales a través de distintos ministerios, como es el Ministerio de Ciencia e Innovación. Estos proyectos se enmarcan en las temáticas que hemos hablado anteriormente.
¿Cuál es el futuro del sector cerámico a corto plazo?
El futuro a medio-largo plazo pasa por una profunda transformación y, actualmente, se enfrenta a varios retos. Habiendo superado la pandemia global que causó gran desconcierto en el sector, se puede decir que se han superado las ventas con respecto al año anterior.
Sin embargo, se encuentra ante varios desafíos, como es el de una transición hacia modelos de circularidad. Esto está propiciado por una crisis importante de suministro de materias primas que afecta al sector y que está marcado, entre otras cosas, por la crisis del transporte, que ha sido uno de los cuellos de botella.
Otro desafío al que se enfrenta el sector es una transición hipocarbónica, con una reducción drástica de emisiones, según las directrices marcadas por Europa en 2030 y 2050. Esto supone que ha de buscar fuentes de energía alternativas para que el modelo económico sea más sostenible y respetuoso con el planeta. Esto viene acompañado también de la crisis de los precios de la energía.
La factura energética del sector se ha visto aumentada en más de un 140 %, según ASCER. El sector está preocupado y afectado por esta situación. Ahora mismo, el sector está en conversaciones con las administraciones públicas para intentar paliar esta situación.
Desde ITC se están realizando estudios sobre nuevas fuentes energéticas que se puedan implementar a medio largo plazo en el sector, así como estudios y proyectos sobre materias primas. Esto se consulta en nuestra plataforma Vigilancer, para la que contamos con el apoyo de la Diputación de Castellón.